13 de febrero de 2010
Fuente: guiainfantil.com
Algunos padres consideran que el aprendizaje de un segundo idioma puede representar un freno e incluso un retraso en el desarrollo lingüístico del niño, aunque no existen pruebas concretas al respecto. Alguna que otra vez, el niño podrá mezclar alguna que otra palabra entre los dos idiomas, pero esos casos son normales al principio, principalmente cuando los idiomas presentan palabras semejantes. Sin embargo, esos pequeños fallos suelen desaparecer con el tiempo.
Según algunos investigadores, los niños expuestos desde muy temprano a dos lenguas, crecen como se tuviesen dos seres monolingües alojados dentro de su cerebro. Cuando dos idiomas están bien equilibrados, los niños bilingües tienen ventaja de pensamiento sobre niños monolingües, lo que quiere decir que el bilingüismo tiene efectos positivos en la inteligencia y en otros aspectos de la vida del niño. Y que eso no representa ningún tipo de contaminación lingüística ni retraso en el aprendizaje. Dicen que es mucho mejor el aprendizaje precoz, es decir, hablar a los niños ambos idiomas desde su nacimiento, pues permite el dominio completo de la lengua, al contrario de lo que sucede si se enseña la segunda lengua a partir de los tres años de edad.
Otros afirman que son muchas las ventajas a la hora de educar a un niño para que sea bilingüe. Que todo dependerá de la forma en que se introduzca ese idioma. No se puede obligar a que el niño lo hable. Lo importante, al principio, es que el niño lo oiga siempre y se familiarice con ello poco a poco, sin prisas ni obligaciones.
Otros expertos sostienen que los niños expuestos a varios idiomas son más creativos y desarrollan mejor las habilidades de resolución de problemas. Y que además, hablar un segundo idioma, aunque sólo sea durante los primeros años de vida del niño, le ayudará a programar los circuitos cerebrales para que le sea más fácil aprender nuevos idiomas en un futuro.
Por otro lado, existen algunos científicos que continúan defendiendo el retraso del entrenamiento lingüístico y recomiendan que el niño aprenda una segunda lengua solo y cuando tengan suficiente conocimiento de la maternal.
Ventajas de ser un niño bilingüe
1- Comunicación. La capacidad de comunicación con los padres, familiares, y con más personas cuando viajan o conviven con personas extranjeras. Sumándose a eso, los niños bilingües tienen doble capacidad de leer y escribir, y su conocimiento es más amplio por su mayor acceso a la información global.
2- Cultural. El acceso a dos culturas diferentes. A la literatura, a las historias, a diferentes comportamientos, tradiciones, conversaciones, medios de comunicación, etc.
3- Conocimiento. Cuanto más conocimiento, más desarrollado será el raciocinio de un niño bilingüe. Por ello, pueden ser más creativos, más flexibles, y adquirir una mente más abierta al mundo y a los demás.
4- Oportunidades de trabajo. Las puertas del mercado de trabajo se abrirán y ofrecerán más oportunidades a las personas bilingües.
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